¿Qué hacer ahora?

Después de estas elecciones quedé un poco desilusionada; la verdad es que pensé sinceramente que el Senador McCain iba a ser el nuevo presidente de esta gran nación. Pero el pueblo escogió, y entonces, ¿ahora qué?... Bueno, creo que Dios nos ha dado un reto muy grande: Orar, y orar más que nunca. La Iglesia de Jesucristo tiene ahora el deber de ser luz verdaderamente, despertarse y darse cuenta que estamos en tiempos difíciles, y, que Dios nos esta dando una ultima oportunidad de evangelizar, edificar y enviar para que muchos sean salvos, también de hacer las señales y los milagros para que no sólo llegue un avivamiento a nuestra sociedad, sino una reforma en el corazón de todos, de adentro hacia fuera. Mientras el ser humano no se entregue verdaderamente a Dios, no habrá un cambio en las naciones. El deseo de Dios es que oigamos su voz y actuemos por fe y obediencia para ver Su gloria.

Ni la economía, ni el gobierno, ni mucho menos las instituciones de la banca, ni el intercambio en Wallstreet nos van a hacer feliz. Alcemos nuestros ojos y miremos, los campos están listos para la cosecha. Ya no perdamos más tiempo y busquemos el rostro de Dios orando en el Espíritu, (la oración perfecta), en alabanza y adoración, recordando lo que El hizo en la cruz, celebrando la Santa Cena y haciendo frutos de justicia que exalten Su nombre.

Bendiciones,
Sylvia