Monday, October 13, 2008

¿Cómo esta su casa?

El libro de Hageo nos exhorta a tener prioridades correctas. Primero que todo Dios había enviado a su profeta a dar el mensaje a los que habían estado en el exilio por mucho tiempo y se les permitió regresar a Jerusalén para que reconstruyeran el Templo. Pero ellos por miedo, porque la economía no andaba bien, la moneda se había devaluado dejaron la obra de Dios a un lado y comenzaron a pensar en “sí mismos”. Entonces Dios les dice el por qué no hay fruto en sus vidas. Dios nos exhorta a meditar en nuestros caminos. La iglesia está insegura, no hay satisfacción, esta seca y árida. Necesitamos tomar decisiones de Reino, no del mundo. El sistema Griego, el Romano y el Babilónico han influenciado a la Iglesia demasiado tiempo. Hageo, exhorta al pueblo de Dios a reedificar la casa, la casa espiritual. El Cuerpo de Cristo esta “artesonado” de muchas cosas, menos de Dios. La casa de Dios esta mal porque no permitimos que el Espíritu Santo nos guíe, y nos enseñe como hacer las cosas. Por eso estamos enfermos, endeudados, derrotados, no satisfechos; aunque diezmamos y ofrendamos no vemos prosperidad ni hay rompimientos. Hemos seguido a los hombres y no a Dios, hemos seguido denominaciones, agendas, teologías, normas, reglas, y sobretodo una religión. Debemos meditar, obedecer y construir, lo que Dios quiere. ¿Cómo? Subiendo al monte, para recoger madera y reedificar la casa para que Dios ponga su voluntad en ella y El sea glorificado. La promesa es que Dios esta con nosotros y nos dice: ¡Esfuérzate, cobrad ánimo, trabajad! Ya no perdamos más tiempo.